• Mujeres en etapa de embarazo
• Personas que en el momento estén recibiendo tratamiento con antidepresivos. (Para este caso te proponeos un tratamiento complementario y de transición para reemplazar los fármacos por  tratamientos naturales que te ayudarán)
• Personas con antecedentes o propensas a la esquizofrenia o trastorno bipolar.
• Quienes ha tenido lesiones cerebrales graves.
• Personas con diagnóstico de enfermedades cardiovasculares graves.

El término psicodelia (elaborado por primera vez por Humphry Osmond) es una combinación de las palabras «psique» (mente) y «delein» (hacer manifiesta). Es utilizado para describir un tipo de sustancias que hace posible la manifestación consciente de material inconsciente y subconsciente, así como el de percepciones y emociones comúnmente filtradas en los estados de conciencia ordinarios.

Otro término usualmente empleado para describir a las plantas u hongos con propiedades neruropsicoactivas medicinales es el de enteógeno (neologismo propuesto en 1979, derivado del griego éntheos, «[que tiene a] Dios adentro»).  El sustantivo «genos» pertenece al campo semántico del verbo gígnomai (γίγνομαι), que significa «llegar a ser», «volver al ser». Por tanto, el significado etimológico de enteógeno alude a la posibilidad de llegar a ser inspirado por Dios, así como al «nacimiento o conexión con lo divino» que esto supone.

Esta sustancia medicinal se distingue por no ser adictiva ni causar efectos adversos degenerativos, en comparación con aquellas sustancias socialmente aprobadas como el alcohol, nicotina, cannabis, morfina, etc.

Se considera que una sustancia psicoactiva genera adicción en su consumidor cuando genera síndrome de abstinencia al dejar de consumirla o cuando se utiliza con fines recreacionales, no terapéuticos. Sin embargo, cuando hablamos de medicinas como la psilocibina, existen múltiples estudios académicos que hoy comprueban que no tiene efectos adversos en la salud, convirtiéndola en una medicina segura con la asistencia terapéutica apropiada y uso responsable.

Las investigaciones, testimonios y avances de estudios comprobados hasta la fecha, verifican que la medicina psilocybe puede ayudar a tratar la depresión, la ansiedad, el trauma, la crisis existencial y las adicciones. La revisión de evidencia del Consejo Consultor sobre la psilocibina de Oregon, sugiere que puede representar una mejora significativa por encima de las terapias convencionales.

La Universidad Johns Hopkins, la Universidad de Yale, la Universidad de California, campus Berkeley, y el Hospital Monte Sinaí en Nueva York son algunas de las instituciones que hace poco crearon divisiones para la investigación de las drogas psicodélicas, o están en planes de hacerlo, con financiamiento de donantes privados.

“Esta es una iniciativa emocionante que aporta un nuevo enfoque a la tarea de aprender sobre la mente, el cerebro y los trastornos psiquiátricos mediante el estudio de los efectos de las medicinas psicodélicas”, explicó John Krystal, director del Departamento de Psiquiatría en la Universidad de Yale.

La psilocibina ha sido investigada como un tratamiento experimental para muchas enfermedades. En 1961, Timothy Leary y Richard Alpert llevaron a cabo el Proyecto Psilocibina de Harvard, ejecutando una cantidad de experimentos respecto al uso de la psilocibina en el tratamiento de trastornos de la personalidad y otros usos en tratamientos psicológicos.

El tiempo en que permanecen los resultados benéficos de la medicina psilocybe depende de varios factores que están asociados a la calidad de estilo de vida de la persona.

Es por ello que desde el abordaje de la Vida Integrativa, reconocemos que el tratamiento con medicina psilocybe funciona como un coadyuvante que debe considerarse solo como una parte integral junto a otras herramientas y prácticas terapéuticas, teniendo un abordaje acorde a las necesidades de cada persona, de manera que se promueve como un proceso de sanación y se impulse así el desarrollo sostenible, responsable y continuo de la gestión de la salud piscoemocional y física.